Entre las metodologías que utiliza TALENTIA para el desarrollo de personas y equipos, el Coaching ocupa un lugar destacado.
A través de una amplia formación y de una dilatada experiencia en el desarrollo de procesos de coaching, individuales o grupales, el equipo de TALENTIA despliega sus
actuaciones apoyándose en herramientas que permiten impulsar las potencialidades internas de las personas desde un proceso de descubrimiento.
Pese a que en los últimos años ha proliferado el concepto de Coaching como una nueva moda, un proceso similar ya se llevaba a cabo hace miles de años en la antigua Grecia.
Uno de sus padres fue, nada más y nada menos que, Sócrates.
El filósofo creó un método que promovía el empleo del diálogo para llegar al conocimiento y que solía utilizar con sus discípulos. Se sentaba a conversar con ellos y, a base de hacerles preguntas, al final lograba que sacaran a relucir los conocimientos que tenían dentro.
De forma muy romántica, lo bautizó como Mayeútica, que en griego significa “partera”, para simbolizar que él también ayudaba a dar a luz. En su caso no a un niño, sino a la verdad que, hasta ese momento, había permanecida oculta.
Así, para TALENTIA, el coaching no es más que un estilo de intervención basado en el proceso socrático, consistente en conversaciones o diálogos, a través de la relación entre preguntas y respuestas que mantienen dos personas, Coach (persona que apoya el proceso de desarrollo) y Coachee (persona que se quiere desarrollar).
En el referido proceso, el coach ejerce de mero estimulador, indica el camino y conduce a la respuesta o a una posible solución, pero es el Coachee quien debe llegar a ella por sí mismo, ayudándose de la reflexión, el pensamiento, el potencial desarrollo de la faceta personal y profesional, la revisión de paradigmas y creencias, el cambio de actitudes y aptitudes, la mejora de habilidades y competencias, el estudio, la observación, la meditación y la potenciación del talento y las capacidades humanas. Este proceso, llevado a cabo de una forma óptima y correcta, puede suponer una profunda transformación del individuo que lo experimenta.